domingo, noviembre 30, 2014

Poema- "No somos sólo una cosa"

No somos sólo una cosa.
No somos una etiqueta.
No somos en lo que trabajamos.
No somos nada si no trabajamos.
Nos educaron para saber un poco de todo, para no hacer bien nada.
Nos exigieron papeles con sellos, con etiquetas, con precinto de garantía.
Pero el sello estaba roto desde el principio.
Sentaron los cimientos  de la mano de obra barata,
abrieron las fronteras a otros países más baratos.
Aún hoy, construyen trenes para traer todo de fuera.
Y mientras, nosotros, no somos nada.
Somos sólo una cosa.
Un número en una libreta.
Un país de segundo mundo.
Ni primero ni tercero.
Consumimos lo que se diseña en el primero
y se fabrica en el tercero.
Una consecución de plazos de entrega.
De colecciones baratas.
Objetos y pongos que acumulan polvo en nuestras vidas.
Nuestra estantería acumula facturas.
Nos desalojan de nuestra alegría.
Nos sentimos culpables por tener un ápice de esperanza; 
mientras a nuestro alredor todo se desmorona.
Pero aún así, no somos un tercer mundo.
Nos sentimos egoístas. Sólo podemos pensar en nosotros.
Porque nos tenemos que concentrar en respirar, en sentir.
En no morir de olvido.

No somos una sola cosa.
No somos lo que somos hoy, mañana no seremos lo que fuimos ayer.
Entonces, ¿como sé que todavía sigo siendo yo?
¿Qué es lo que me define? ¿Cuándo pierdo mi esencia?
¿Tiene sentido seguir pensando?
Soy lo que consumo. Soy el aire que respiro.
Soy donde pertenezco.

No somos sólo una sola cosa. No somos una sola palabra.
Una etiqueta pegada en nuestra frente.
No te limites. No me limito. ¿Y ahora qué?

Seguiremos hacia adelante, cambiando de profesión,
como quien cambia de camisa.
Nos convertiremos en polvo sin encontrar nuestro sentido.
El viento se llevará nuestro cuerpo,
con una etiqueta marcada. Un número con un par de ceros.
Nuestras familias pagarán para mantenernos bajo tierra.

No somos una etiqueta. No somos ellos.
Nos educaron como quisieron, pero salimos así.
No tenemos la culpa.
Soy todo lo que conozco de mí.

Todos los días me construyo, me desestructuro,
me rompo y me vuelvo a montar.
Cada mañana decido lo que quiero ser,
y por la noche el sueño se desvanece.
Dentro de un mes ¿seguiré pareciéndome?
¿Seguiré siendo yo?

Sigo mi camino, sin saber cuál es.
Me paro. Unas paradas son más largas que otras.
A veces cojo el tren.
Lo importante es seguir. Sólo en el camino siguen pasando cosas.

No somos una sola cosa, podemos volver a ser aquello que dijimos.
Muéstrate tal como eres, tal como quieres ser, tal como dejarás de ser mañana.
Estamos aquí para algo ¿importa lo que sea?
Ya que estás, haz algo. Una sola cosa. Ya es más de lo que hiciste en tu vida anterior.

No somos una etiqueta, un número, una llamada.
Suena el teléfono del cielo.
¿Hiciste lo suficiente?

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