domingo, octubre 17, 2010

Filosofando

El Otoño es una época que suele provocar depresión. El final del verano, la vuelta a la rutina, al trabajo, el frío… parece que todo acompaña. Para mí no es así, y representa una época de nuevas oportunidades, de reflexión.
Últimamente he estado mirando hacia atrás, intentando descubrir si había madurado o no, si había aprendido de mis errores.
La humanidad no aprende de los errores. No somos capaces de aprender de los errores de otros, somos incapaces de creer en aquello que no experimentamos por nosotros mismos. Eso provoca que haya las mismas guerras estúpidas entre países, que las crisis se repitan… Cada cierto tiempo, alguien estudia lo que ha pasado anteriormente para mejorar aquello que tenga que hacer, pero la proporción de estas personas buscadoras es realmente baja.
He perdido la fe en la humanidad bastantes veces y siempre acabo pensando que no deberíamos estar aquí. Viendo películas como Wachmen te das cuenta que puedes intentar salvar al mundo, pero éste igual no desea ser salvado, o al menos, no por ti o por tus métodos.
Intentas ayudar a la gente, pero tal vez tu no tengas la llave de esa persona y no le puedes dar aquello que necesita, aunque tu creas que sí.
Mi teoría de que los malos de cómic y de las películas son en realidad los buenos se ve reflejada en films como Triple X, con entidades como Anarquía99, que intenta dejar el mundo libre de políticos y líderes mundiales para que el mundo pueda ser libre.
Necesitamos leyes, cárceles, límites, líderes a los que seguir aunque lo hagan mal… somos ovejas que necesitan a su pastor. Aunque en el rebaño siempre hay una cabra que puede valerse por sí misma, la mayoría no sabría qué hacer si estuviera sola y en peligro.
Cuando unos pocos nos damos cuenta de la realidad, unos se suicidan y otros entran en una especie de desidia diaria, que sobrellevan mejor o peor.
Siempre digo que con doce años lloraba porque no podía evitar el hambre del planeta, y también lloraba porque siempre he ido contra corriente, nunca he seguido ni idolatrado a nadie y siempre he intentado pensar por mí misma, aunque he tenido etapas en las que he intentando no ser así, me he dejado llevar por la corriente y el resultado ha sido nefasto.
Los buscadores pensamos que si dejamos de pensar, nos convertimos en coles, y como dice Shri Mataji, eso no es así. Meditar con Sahaja Yoga ha sido el mejor regalo que he recibido.
Saber que encontrar la paz es mucho más fácil de lo que creía y que las respuestas están en el silencio de nuestro interior y no en la marea de mi cerebro, es un respiro para mí, y para mi intransigente auto exigencia.
Yo pensaba que todo el mundo podía meditar, pero parece ser que no es así, que sólo los buscadores son capaces de encontrarlo. Yo siempre he sentido la energía en mis manos, aunque no le daba importancia. Ahora sé que mi cuerpo no miente y que me puede decir claramente todo lo que le pasa. Ya no tengo que llorar preguntándome si hago bien las cosas o no; y sé que en un futuro podré ayudar de forma totalmente natural y sincera , sin prejuicios, sin pretensiones, y sin dar consejos que la gente no quiere recibir. Y me gustaría llegar a ser una gota que se funda en el océano para comprenderlo, perder mi ego sin perder mi individualidad y que de mi sólo salga la verdad. La verdad de aquellas personas que han visto el fin de nuestra existencia y no sólo no se han suicidado ni viven como zombis si no que viven felices y transmiten felicidad a los demás.
Pequeñas causas como hacer eventos en una pequeña asociación, ayudar a alguien conocido o desconocido, cruzar bien en la calle, hacer un traje bonito y regalar una sonrisa son las pequeñas cosas diarias que realizan aquellos a los que yo llamo los verdaderos artistas, no ésos que ganan millones y se lo gastan en drogas. Buscar la perfección y la sencillez diarias, tal vez no sean los grandes cambios que buscaba, pero visto lo visto es lo único que puedo hacer por el momento. No es paliar el hambre, pero de momento es esto o suicidarme, porque el que ha visto el abismo sólo tiene un par de opciones…

1 comentario:

Sara dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo.
Y de momento, hacer estas pequeñas cosas que sí estan a nuestro alcance puede que desemboquen a la larga en un gran cambio. Yo al menos creo en ello.
Me alegra leer algo que no sea fruto de una mente aborregada ;)
Un beso!

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